¿Qué es la plagiocefalia en bebés?
Etimológicamente esta patología proviene de los términos griegos Cefalia: cabeza y Plagio: Oblicua, consiste en un desarrollo asimétrico en la forma del cráneo del bebé.
La plagiocefalia es una malformación a nivel craneal que suele darse con relativa frecuencia en bebés de cero a un año, hay datos que revelan que al menos, el 30% de los niños que nacen sanos padecen esta patología. Puede producirse a consecuencia de un parto instrumentalizado, por una presión constante en un punto de la cabeza durante el embarazo, o por causas posturales (corregibles) en los primeros meses de vida.
¿Cómo corregir la plagiocefalia?
En fase de prevención, lo más importante es que los padres conozcan este tipo de disfunciones para tomar medidas cuanto antes y que no se siga desarrollando el cráneo de forma desigual.
Es importante acudir ante los primeros signos, ya que con el cierre de las suturas y fontanelas de la cabeza del bebé el tiempo corre en nuestra contra, consiguiendo los mejores resultados en los 6 primeros meses de vida.
Si has observado algún aplanamiento en la cabeza de tu bebé o que siempre mira hacia el mismo lado, no dudes en consultarnos y pedir una valoración con nuestra especialista Esther Martínez, especializada en Fisioterapia y Osteopatía Pediátrica.
Es necesario tener una formación específica y especializada en este tipo de disfunciones craneales para poder tratarlas.
Mediante técnicas manuales y completamente indoloras para el bebé se puede reposicionar la deformidad producida en el cráneo. Siempre medimos la evolución de forma objetiva con un craneómetro para tener datos objetivos en los que basar el progreso.
¿Hasta qué edad se puede corregir la Plagiocefalia?
Lo deseable es no ir más allá de los 12 meses de vida, ya que a esa edad ya se ha producido una gran parte de cierre en las suturas.
Según el grado de gravedad cuando lleguen a consulta y los milímetros de evolución el tratamiento tendrá mas o menos duración. Aunque el tratamiento también dependerá en gran medida de la implicación de los padres en el proceso, ya que es clave en este proceso.
Nuestros profesionales necesitan la colaboración de la familia para la realización de ejercicios y el seguimiento de pautas posturales correctas para que el niño se desarrolle en las mejores condiciones.